La noticia del fusilamiento de Camila O\047Gorman y Ladislao Guti\351rrez, por \363rdenes de Juan Manuel de Rosas, se extendi\363 por todo el pa\355s, marcando el principio del fin de una \351poca.\012\012Por aquellos tiempos, los Osorio, atrapados por la guerra civil, no hab\355an quedado al margen de la violencia, de los desarraigos -voluntarios o forzosos-, del dolor que los ha unido en esp\355ritu aunque los haya separado materialmente. Y desde este o el otro lado del oc\351ano, ninguno permanecer\341 ajeno a la esperanza que propone el general Urquiza: protagonistas de la historia, esperan superar los desencuentros y reconstruir una existencia que saque al pa\355s de la barbarie y permita la unificaci\363n de las provincias.