Mar\355a Servini es la jueza m\341s poderosa del pa\355s, pero a los ochenta a\361os se enfrenta a su posible retiro. Le exigen jubilarse y varios de sus colegas est\341n dispuestos a heredar su doble despacho, desde donde controla los partidos pol\355ticos y mantiene en vilo a los gobernantes desde hace d\351cadas. Pero Mar\355a ,as\355, a secas, est\341 dispuesta a desplegar todas sus armas para defenderse, lo\012que la llevar\341 a un enfrentamiento a todo o nada con el presidente de la Corte Suprema y a poner en aprietos al gobierno de Mauricio Macri. En el recorrido de su vida y en su reacci\363n, por momentos alucinada, veremos los incre\355bles recursos que los jueces federales articulan para asegurar su permanencia, y c\363mo aprovechan los miles de expedientes que administran para su conveniencia.\012Los favores se pagan, m\341s temprano que tarde. Porque si algo han aprendido Mar\355a y sus colegas es que el poder equivale a la capacidad de da\361o, a la amenaza latente de quien tiene el dedo en el gatillo.\012El libro negro de la Justicia es mucho m\341s que un trabajo de investigaci\363n period\355stica. Con un tono personal y reflexivo, Tato Young nos sumerge, como nadie se atrevi\363 hasta ahora, en uno de los tejidos medulares del poder real. De la mano de su propia experiencia (primero como pinche en\012un juzgado, luego como periodista), el autor relata con una voz narrativa \372nica la historia del fuero m\341s corrompido del pa\355s, entre procesos judiciales donde la verdad siempre es manipulable y la historia, un artilugio. Del entramado participan los atesorados expedientes, el poder omn\355modo de Los Doce, el experto uso del tiempo, jueces que se hacen millonarios, dirigentes pol\355ticos sin escr\372pulos, lobbystas de toda cala\361a que asedian Comodoro Py, agentes de inteligencia invisibles y abogados que funcionan como testaferros. Adem\341s de los delegados del Gobierno, que nunca terminan de irse ni de aprender lo que otros ya saben: que en el territorio del s\363rdido y peligroso manejo del poder nadie gobierna a nadie.