Guibrando Vi\361ol no es ni atractivo ni feo, ni gordo ni flaco. Su trabajo consiste en destruir lo que m\341s ama: es el encargado de supervisar la Cosa, la abominable m\341quina que tritura los libros que ya nadie quiere leer. Al final de la jornada, Guibrando saca de las entra\361as del monstruo las pocas p\341ginas que han sobrevivido a la carnicer\355a. Cada ma\361ana, en el tren de las 6.27, se dedica a leerlas en voz alta para deleite de los pasajeros habituales. Un d\355a descubre por casualidad una pieza de literatura at\355pica que le cambiar\341 la vida.\012\012La amistad une a un grupo de personajes aparentemente anodinos, probables compa\361eros invisibles de nuestros viajes cotidianos en tren, que esconden mundos extraordinarios donde todo es posible: un vigilante de seguridad que habla en verso, una princesa cuyo palacio es un ba\361o p\372blico y un mutilado que encuen-tra sus piernas en el lugar m\341s extra\361o. En una mezcla ins\363lita de humor negro y dulzura, celebramos con ellos el triunfo de los incomprendidos.\012\012Best seller en Francia y en v\355as de publicaci\363n en m\341s de veinticinco pa\355ses, El lector del tren de las 6.27 es el peque\361o libro que vuelve loco a todo el planeta antes incluso de su publicaci\363n. Una novela imprescindible