El 8 de julio de 2011 Ezequiel Agrest, de 26 a\361os, fue asesinado durante un asalto en el barrio de Caballito a la luz del d\355a. En pleno juicio por el crimen, un periodista le pregunt\363 a Diana Cohen Agrest, madre de Ezequiel y autora de estas p\341ginas: (\277Por qu\351 pide la prisi\363n perpetua para el asesino?). Su respuesta condens\363 una raz\363n tan elocuente como irrebatible: \047Porque perpetua ser\341 la ausencia de mi hijo\047.\012Reconocida fil\363sofa y ensayista, el camino emprendido por Cohen Agrest en este libro (varios de cuyos cap\355tulos fueron originalmente publicados en diarios y revistas) es perturbador: la Justicia argentina, sus fundamentos pol\355ticos y filos\363ficos, hist\363ricos y coyunturales, quedan aqu\355 brutalmente desnudos en su precariedad como pocas veces se ha visto con tanta lucidez.\012Sus p\341ginas invitan a una reflexi\363n cr\355tica sobre el hoy llamado \047garantoabolicionismo\047, cuyo discurso encubre la arbitrariedad de las leyes y la ausencia de castigo a los delitos m\341s graves que acontecen en la Argentina y en el mundo. Provocativas, ellas interpelan nuestras creencias y valores, aun aquellos que cre\355amos libres de toda sospecha.\012Son, tambi\351n, un llamado a desarticular las promesas redentoras de un poder que, vali\351ndose de controvertidos instrumentos jur\355dicos, profundiza las miserias de una realidad atravesada por la pobreza y la marginalidad.\012Esta obra testimonial, escrita en primera persona a partir de una experiencia desgarradora e intransferible, logra trascender la autobiograf\355a. En lugar del silencio mort\355fero, su autora eligi\363 la palabra para transformar el dolor en la voz de los que no tienen voz, de todas las v\355ctimas y de sus sobrevivientes silenciados por la indiferencia y el olvido.