Hasta hoy la justicia argentina tuvo el m\351rito de investigar los delitos de sangre cometidos durante la \372ltima dictadura, pero dej\363 fuera del radar a los actores econ\363micos que interesadamente la promovieron y/o facilitaron, es decir, a las personas, instituciones y empresas que suministraron bienes y servicios al gobierno o que obtuvieron beneficios a cambio de apoyar la ejecuci\363n del plan criminal. Muchas de ellas son en la actualidad actores civiles y econ\363micos de peso, integrados al juego democr\341tico, y sus v\355nculos con la dictadura son en gran medida desconocidos.\012\012Coautores, socios, instigadores, conspiradores, ejecutores, c\363mplices, beneficiarios son algunos de los posibles formatos de estos v\355nculos, que deben ser esclarecidos. En lo que constituye una investigaci\363n pionera que logra reunir informaci\363n sustancial pero dispersa hasta ahora, Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky, junto con un equipo de prestigiosos autores, sacan a la luz los casos de complicidad civil y econ\363mica con la dictadura. Esos casos involucran empresas como Ledesma, Ford, Acindar, Techint o Mercedes Benz, cuyos directivos est\341n acusados o sospechados de entregar trabajadores que luego fueron desaparecidos, as\355 como organismos creados para extorsionar empresarios poco afines y expropiar sus bienes, como sucedi\363 con Papel Prensa y con los hermanos Iaccarino.