Hace m\341s de cuatro mil a\361os, en una extensa regi\363n del norte argentino, se produjo la mayor lluvia de meteoritos sobre la Tierra. Se cuentan cientos de historias sobre ese fen\363meno que parece haber determinado la conducta y las costumbres de la gente en los alrededores. Como Julio, el boxeador del pueblo que ve la imagen de un extraterrestre cuando recibe un golpe en la cabeza, o Jorgelina, la cantora, que no puede parar de cantar zambas y chacareras. Y est\341n Quique, el ni\361o que abraza los meteoritos en el parque como si fueran figuras maternas, y los mellizos, impertinentes y bravucones, que venden s\341nguches de tat\372 durante el festival del pueblo, m\341s la presencia aterradora del chupacabras, que se desplaza a la deriva por una zona de pobreza y clima inestable.\012En un territorio perturbador y sobrenatural, pero tambi\351n fr\341gil y tierno, con el trasfondo del paisaje chaque\361o, los relatos de Mariano Quir\363s crean un mundo propio, civilizado y salvaje, y dejan al lector atrapado en historias tan inquietantes como las del origen de Campo del Cielo.