Una isla solitaria. Una caba\361a de madera amoblada como un aula. Una escuela donde se ense\361a a poner trampas, dar caza a seres humanos y matarlos.\012\012Simon y Mark son incapaces de imaginar algo m\341s horroroso que tener que trasladarse de Berl\355n, la metr\363polis, al p\341ramo de Brandeburgo. Lo \372nico que los adolescentes esperan, con enorme expectaci\363n, son seis semanas de vacaciones de verano, pero su padre les juega una mala pasada. Los ha inscrito en una escuela muy especial, situada en medio de una isla boscosa y solitaria. En ella se ense\361an las mismas asignaturas que en el infierno