RESEÑA EDITORIAL SOBRE
Caos
Estoy viviendo en una casa que pago con el sueldo que gano haciendo lo que me gusta. La casa no me gusta ni un poco. Se lo digo todos los d\355as, sutilmente, tirando cosas al suelo, incluso yo estoy en el suelo, en el colch\363n que puse ac\341, en el living, para escapar de la habitaci\363n. Odio esa habitaci\363n, no entra la luz. Antes la luz no era problema, brotaba de m\355. Ahora estoy apagada como el cigarrillo que dej\351 abandonado en un plato sobre la mesa de la cocina. No es el \372nico plato, hay un mont\363n, y est\341n todos sucios. Tambi\351n hay botellas de vino de fiestas a las que me invit\351 solo a m\355. De eso s\355 no me puedo quejar, en esta casa hubo fiestas en cantidad. Fiestas para llorar toda la noche como una imb\351cil, y fiestas para re\355r de haber llorado toda la noche como una imb\351cil. Fiestas de abrazar a la almohada mucho m\341s de lo que a m\355 me abrazaron de chiquita, y de preguntarle, de curiosa nom\341s, si me iba a ayudar a limpiar el desastre que dejaban esas fiestas, o por lo menos a dormir, para no pensar en el desastre. En esta casa duermo mucho y muy mal...