Hace mucho tiempo que nuestra civilizaci\363n perdi\363 el eje respecto a la naturaleza de los seres humanos. Hemos sido creados para vincularnos espont\341neamente con nuestro entorno, con el respeto y el equilibrio suficientes para vivir en armon\355a. Sin embargo hoy estamos perdidos. Generamos violencia, maltrato, guerras, enfermedades y malestar. La buena noticia es que los cambios para crear un contexto amoroso y solidario, dependen de cada uno de nosotros: mujeres y hombres adultos.\012\012Concretamente qu\351 podemos hacer?Se trata de reanudar el camino original, volver a la ra\355z.Y las ra\355ces de los seres humanos somos los ni\361os, tanto como los ni\361os que nosotros hemos sido o los ni\361os que nacer\341n en cualquier momento. Antes, ahora o m\341s tarde, es igual. Los ni\361os nacemos en eje con nosotros mismos. Llegamos a la vida terrestre sin lenguaje, sin cultura, sin mandatos, sin juicios de valor, sin moral, sin miedo. Solo pretendemos desarrollar nuestro s\355 mismo en armon\355a. Una civilizaci\363n respetuosa, amorosa, solidaria y beneficiosa para todos, deber\355a ser ni\361oc\351ntrica. Es decir, organizada seg\372n las necesidades de los m\341s peque\361os. Adaptada a los m\341s peque\361os. F\341cil y dichosa para los m\341s peque\361os.\012\012\277C\363mo har\355amos algo as\355? Es relativamente sencillo. En todas las \341reas, deber\355amos estar al servicio de los ni\361os y no al rev\351s. Deber\355amos adaptarnos a todo aquello que el ni\361o manifiesta o reclama en lugar de pretender que los ni\361os se adapten a la comodidad de los adultos. \277Hasta cu\341ndo? Hasta que el ni\361o se sienta confortable. Esa es toda la medida: El confort de un ni\361o.\012\012Por eso en el presente libro, ofrezco propuestas concretas centradas en el bienestar original del ser humano, destacando los v\355nculos primarios, es decir, la relaci\363n cari\361osa entre adultos y ni\361os.\012\012Estoy segura que si confi\341ramos en la naturaleza instintiva de cada ni\361o, recuperar\355amos el sentido com\372n, la alegr\355a y la prosperidad. Y sobre todo, recuperar\355amos algo que hemos perdido hace muchas generaciones: la capacidad de amar al pr\363jimo.