Imposible negar que todos quisi\351ramos evitar el sufrimiento. Sin embargo, en tanto estemos vivos, en distintos momentos nos veremos cara a cara con el dolor. Dicen los budistas que una cosa es el dolor inevitable (ocasionado, por ejemplo, por la muerte de un ser querido) y otra el sufrimiento in\372til, que nos deja inmovilizados en viejas historias, o nos resta energ\355a tratando de alcanzar ideales incumplibles. Una forma productiva de entender ese sufrimiento in\372til es darse cuenta de hasta qu\351 punto permanecemos atrapados en guiones de vida y sistemas de creencias que hieren... y aburren. De todo esto y mucho m\341s tratan los relatos de vida y la escritura meditativa.\012Escribir las vivencias, las alegr\355as y los temores. Escribir desde la sombra, el amor y el dolor. Escribir desde el cuerpo y el silencio. Escribir para encontrarnos a nosotros mismos desde nuestras verdades m\341s profundas, que son las \372nicas a las que podemos tener un acceso con sentido...