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Clan, El

Sergio Urribarri hab\355a nacido a escasos kil\363metros de General Campos; precisamente en Arroyo Bar\372, un poblado de no m\341s de 500 habitantes, el 7 de octubre de 1958. Hijo de Miriam Teresita Luchessi, una maestra de escuela rural y de Jorge Enrique Urribarri, jefe de una peque\361a estaci\363n ferroviaria, estuvo hasta los 18 a\361os en esa peque\361a comunidad, hasta que su padre fue trasladado a General Campos, a no m\341s de 60 kil\363metros de Concordia y muy pr\363ximo a la ciudad de San Salvador.\012\012Sergio Daniel es el segundo de tres hermanos. El primero, Guillermo, es m\351dico. Armando, que era veterinario, falleci\363 en el 2016 tras combatir largamente contra el c\341ncer. Junto con sus humildes padres, los tres vivieron de chicos en la estaci\363n de trenes de General Campos; mucho tiempo despu\351s se trasladaron a una casa ubicada m\341s "en el centro" del poblado. Don Jorge Enrique hab\355a sido candidato a presidente comunal por el peronismo, pero no le fue muy bien en las elecciones. No obstante, Sergio Daniel no abraz\363 de entrada su amor por el general Juan Per\363n, porque en principio simpatiz\363 m\341s por el radicalismo, en especial por el furor que hab\355an generado las ideas de Ra\372l Alfons\355n y as\355 se lo hac\355a saber a algunos de los amigos del pueblo. Fue en ese momento en que conoci\363 al entonces jefe de la bancada radical de diputados nacionales, el victoriense C\351sar Jaroslavsky, quien les hab\355a prometido una ambulancia para el pueblo. Uno de sus mejores amigos lo quiso sumar a la Juventud Radical, pero Urribarri marc\363 distancia, m\341s all\341 de su buena relaci\363n. "Si hacemos un partido vecinal, nuevo, te acompa\361o", le dijo.\012\012Entr\363 a trabajar a la sucursal del Banco Mesopot\341mico a principios de los \04780 y al poco tiempo se puso de novio con Ana L\355a Aguilera, tambi\351n proveniente de una familia muy humilde. No pocos recuerdan una foto de ambos en los carnavales de 1982, arriba de una carroza, donde, al parecer, la muchacha, que luc\355a una malla turquesa, ya esperaba al primer hijo. El embarazo le trajo algunos problemas familiares a Urribarri; el padre de la joven -que ten\355a entre 17 y 18 a\361os- trat\363 de propinarle una paliza, corri\351ndolo con un cuchillo y tuvo que intervenir el polic\355a Rub\351n Espinosa para que el cruce no pasara a mayores. El sargento dej\363 escondido en su casa particular a Urribarri, hasta tanto se le pasara la furia a su suegro. Esa fuerte ligaz\363n con los Aguilera hizo tambi\351n que en las elecciones del \04783, Urribarri tuviera que colaborar con la campa\361a de su t\355o pol\355tico, C\351sar Aguilera -hermano del padre de Ana L\355a-, que fue candidato a intendente por la UCR en el pueblo.\012\012Los Aguilera eran muy allegados a la Iglesia y la situaci\363n del embarazo de Ana L\355a hab\355a generado una fuerte conmoci\363n familiar. Esto motiv\363 que la joven pareja se marchara de la casa familiar y fueran a vivir a una vivienda social -que termin\363 destruida en el pueblo con el correr de los a\361os-, que la comuna hab\355a construido en la d\351cada del \04770.\012\012Intent\363 avanzar con la carrera de Ciencias Econ\363micas en Concordia, pero el crecimiento familiar lo complic\363. Uno de sus amigos del lugar le hac\355a incluso las monograf\355as en su m\341quina de escribir, en los horarios de la siesta o la tarde. Varios d\355as a la semana hasta iba al banco a trabajar junto a \351l.\012\012La madre de Ana L\355a -do\361a Paula Medina- tambi\351n era maestra y el padre, Nepomuceno Aguilar, atend\355a una librer\355a muy chiquita de General Campos. Es la \372nica mujer de tres hermanos; uno de ellos cura, An\355bal Aguilera, quien ingres\363 al Seminario de Paran\341, despu\351s de varios noviazgos conocidos en el poblado y una adicci\363n: las motos importadas. Con esto \372ltimo se sigue moviendo y no lo ha podido superar. En medio de los pobres o los necesitados, el cura Aguilera no tiene problemas en andar sobre su moto de alta cilindrada. Y si debe defender a su cu\361ado Sergio Daniel, no duda en utilizar el p\372lpito o alg\372n que otro micr\363fono. Lo m\341s saliente fue en el conflicto del campo, cuando sali\363 en contra del reclamo de los productores de Chajar\355, cuando se encontraba en la Parroquia Santa Rosa de Lima de dicha localidad. \253Se escuchan muchas agresiones, muchas acusaciones, que es repetir el `crucif\355quenlo\264 que le gritaban a Jes\372s; hay que dialogar, pero con respeto, no hay que creerse con el derecho de avasallar al otro\273, indicaba con \351nfasis. El otro, el menor, siempre fue el apa\361ado de Ana L\355a: Juan Pablo Aguilera, a quien nunca se le conoci\363 trabajo alguno, hasta que su cu\361ado lleg\363 al poder en Entre R\355os.

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