El deporte se ha convertido en un foco de poder muy grande en los \372ltimos a\361os. Los triunfos en mundiales y juegos ol\355mpicos les han permitido a muchos dirigentes escalar gracias a los \351xitos de los atletas que conducen. El caso m\341s resonante es el de Mauricio Macri, quien -tras doce a\361os como presidente de Boca- gan\363 la jefatura de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y ocho a\361os despu\351s, la presidencia de la naci\363n. El deporte no solo abre las puertas de una carrera pol\355tica sino tambi\351n es un refugio en donde encontrar una legitimaci\363n social que no se tiene, como le ha pasado a Hugo Moyano en Independiente, donde logr\363 cautivar a la esquiva clase media. Las comisiones directivas de federaciones y clubes est\341n plagadas de pol\355ticos, sindicalistas y empresarios que, no conformes con el poder que manejan, buscan m\341s o buscan mejor. En la actualidad, dirigir River o Boca es m\341s importante que dirigir un ministerio. Conducir la AFA habilita el manejo de sumas econ\363micas mayores que las de muchas grandes empresas. Y ser campe\363n en un mundial puede ser m\341s fuerte a nivel popular que ganar una elecci\363n presidencial. La industria del deporte administra alrededor de setecientos mil millones de d\363lares a nivel global y su potencial de expansi\363n parece ilimitado. Un triunfo deportivo le permite a un dirigente pasar de ser un ferretero a vicepresidente del mundo, como le gustaba decir a Julio Humberto Grondona. La dirigencia hace posible el acceso a un poder inusitado, aferrarse al que ya se tiene, ampliarlo y fortalecerlo. \012A partir de la semblanza de un grupo de personajes fundamentales ,y de la investigaci\363n de pr\341cticas de clubes, sindicatos y comisiones directivas, el periodista Federico Y\341\361ez ensaya un cuadro integral del lugar que ha alcanzado en los \372ltimos a\361os el deporte, como foco de un enorme poder econ\363mico y plataforma de lanzamiento de carreras pol\355ticas. En otras palabras, nos cuenta qui\351nes son en la Argentina los due\361os de la pelota.