Celebrada con un entusiasmo desbordante por la cr\355tica y los libreros franceses, que la catapultaron al primer puesto en las listas de libros m\341s vendidos en 2016, esta hermosa novela hipnotiza al lector no s\363lo con sus im\341genes de tintes surrealistas, sino tambi\351n por el sentido del humor y una sutil melancol\355a que emana de sus p\341ginas acorde con la canci\363n que ha inspirado el t\355tulo. Un texto que arranca con un tono de enga\361osa frivolidad y que, conforme avanza el relato, casi imperceptiblemente, va calando en las zonas m\341s sensibles del esp\355ritu hasta culminar con una emoci\363n intensa y profunda.\012Ante la mirada absorta de su hijo, una pareja embriagada de amor baila al son de Mr. Bojangles, de Nina Simone. La escena, m\341gica, vertiginosa, s\363lo es un recuerdo m\341s de los muchos que brotan de la memoria del protagonista de la historia, que rememora una infancia marcada por la excentricidad de unos padres adscritos a un estilo de vida ajeno a toda convenci\363n social. El padre, la vitalidad hecha persona, no concibe una vida sosegada y mon\363tona hasta el punto de rebautizar a su mujer con un nombre diferente cada d\355a, y la madre, capaz de interpretar todo tipo de papeles con la convicci\363n del ilusionista m\341s avezado, hace de la rutina familiar una fiesta perpetua, un espacio donde s\363lo caben el gozo, la fantas\355a y la amistad. Sin embargo, poco a poco, empieza a entreverse que este universo lleno de poes\355a, de quimeras, de momentos maravillosos, se asienta sobre un precario sentido de la realidad, y que, cuando las canciones y los sue\361os toquen a su fin, el despertar puede ser muy doloroso.