En Felicidad que permanece, Bert Hellinger nos conmueve de nuevo apuntando hacia un lugar en el que por mediaci\363n del esp\355ritu, la felicidad que tanto anhelamos se vuelve sencilla, asequible y luminosa para todos.\012\012Con su proverbial sabidur\355a, Hellinger nos ense\361a a profundizar en nuestras relaciones humanas para que la felicidad dure en lugar de quebrarse ante la primera dificultad que se presente. As\355, ense\361a lo esencial para la realizaci\363n del amor en la pareja, en la paternidad, en la filiaci\363n, en las relaciones con los dem\341s y con nosotros mismos: el bienestar se asienta en el respeto al orden sutil de los sistemas familiares y en el logro del amor en nuestros v\355nculos. En ellos descansamos y logramos sentirnos plenos, cuando todos aquellos que forman parte de nuestra familia tienen un lugar en nuestro coraz\363n, sin exclusiones. Esto requiere dar el salto desde la conciencia estrecha, que se orienta seg\372n criterios de buenos y malos, hacia el profundo abrazo al misterio de la vida tal como es y a todas las personas tal como son. El autor lo denomina tomar m\341s all\341 del bien y del mal.\012\012Felicidad que permanece apasionar\341 a todos los lectores interesados en comprender profundamente lo que nos hace felices, en una singular aproximaci\363n que prescinde de cualquier ret\363rica intelectual para concentrarse en las din\341micas familiares que encierran la semilla del sufrimiento, con el objetivo de transformarlo en alegr\355a y fuerza al servicio de la vida.