La plata llama a la plata... la plata llama al crimen... y el crimen llama a su m\341s conspicuo narrador. Ricardo Canaletti busca esta vez entre los pliegues de los buenos vestidos y los bolsillos de los trajes importados, se mete en las alcobas de palacetes y en los livings de los barrios cerrados, escucha las conversaciones de los banquetes y recorre los pasillos del poder para contar esas historias que los ricos se esmeraron por ocultar con la ayuda de polic\355as, fiscales y jueces.\012En el siglo XIX, un irland\351s que no quiso ser rey muere de manera misteriosa y un franc\351s que no pudo ser rey conspira en el pa\355s que nace. Un estafador que casi se sale con la suya resulta ser un intrigante unitario. La pol\355tica y los negocios -legales e ilegales- impregnan todo y son causa de suicidios y asesinatos. Tramas de enga\361os y ardides ocultan dos cr\355menes todav\355a impunes: el de una mujer con seis tiros en la cabeza y el de otra mujer, ahorcada con el cinto de su propia bata. Un gobernador es asesinado por los celos desmedidos de su esposa. No solo matan los pobres y los marginados: la flamante oligarqu\355a decimon\363nica tambi\351n tiene sus verdugos.\012Parece desmesurado afirmar que una sociedad tambi\351n se define por sus cr\355menes. Sin embargo, los casos relatados por Canaletti lo confirman. Todas las tragedias, las farsas, los dramas que revelan estas cr\363nicas forman parte del ADN argentino.