Ha pasado m\341s de medio siglo desde que Fidel Castro y los barbudos bajaron de la Sierra Maestra y la isla se convirti\363 en un s\355mbolo global que, luego de la ca\355da de la Uni\363n Sovi\351tica, pareci\363 ir hacia un ocaso lento. Lo que al comienzo se hab\355an llamado sacrificios en nombre de un mundo mejor se consolidaron como un simple modo de vida: pasar trabajo, lo resumen los cubanos, y significa una lucha cotidiana contra las dificultades y la escasez.\012\012Tras el acuerdo entre los presidentes Barak Obama y Ra\372l Castro, llegaron los cruceros estadounidenses y Chanel, Kim Kardashian y R\341pido y furioso. Se encontraron con los autom\363viles de la d\351cada de 1950 y el Partido Comunista, como esperaban, pero tambi\351n con una suerte de dimensi\363n alternativa que Ya t\372 sabes -una frase muy com\372n que lo dice todo sin decir nada- explora de la mano de decenas de gu\355as cubanos a los dos lados del estrecho de la Florida.\012\012De las migraciones -con casos menos conocidos que los balseros, pero igualmente tr\341gicos como el de los ni\361os solos- a los "ataques s\363nicos" y otras herencias risibles de la Guerra Fr\355a; desde el fusilamiento del h\351roe revolucionario Ochoa hasta los defensores de la diplomacia normal en los Estados Unidos; desde las aplicaciones aut\363ctonas que fungen de Amazon y Skype a la inesperada vocaci\363n bifronte de las ciudades de Miami y La Habana, esta cr\363nica \372nica expone las complejidades de Cuba hoy.